Durga y la protección natural de la madera
Los componentes vegetales y la elaboración con los que obtenemos los protectores DURGA los vuelven extremadamente adherentes al soporte y muy elásticos; resisten sin sufrir alteraciones con los movimientos de la madera, permitiendo la hidro-repelencia y al mismo tiempo una buena transpiración al vapor del soporte.
Los aceites y resinas vegetales tienen una gran afinidad con la estructura celular de la madera, es por eso por lo que tienen la capacidad de ser absorbidos en profundidad, llegando a nutrir y reforzar las fibras de la estructura celular.
Los aceites trabajan precisamente de este modo, el 90% de su composición sirve para nutrir más que para cubrir la superficie de la madera, volviéndola más resistente, hidro-repelente sin reducir de un modo sustancial su transpirabilidad y sin crear películas filmantes que empobrecen la madera.
De un modo particular las maderas blandas (en general coníferas como el abeto o el alerce) están compuestas de células voluminosas y vacías, poco ricas en lignina que tiene la propiedad de darle resistencia mecánica e hidro-repelencia a la estructura leñosa. Este tipo de maderas en particular tienen especial necesidad de ser nutridas y reavivadas para adquirir una mayor durabilidad en el tiempo.
